Hábitos para una vida saludable
Cuando te dicen que debes llevar una vida “saludable” lo primero que se te viene a la mente son personas que pasan a dieta todos los días y hacen un sinnúmero de horas de ejercicio.
Te compartimos algunos consejos que te motivarán a llegar a la meta a tu propio ritmo (sin necesidad de la dieta estricta ni el sinnúmero de horas de ejercicio):
Aliméntate de forma balanceada:
Procura mezclar todos los grupos de alimentos: frutas, verduras, grasas, proteínas, carbohidratos y cereales. Cada uno aporta componentes que el cuerpo necesita para realizar sus funciones. Recuerda que las fuentes de proteína no solo provienen de la carne, también puedes encontrarlas en legumbres como la soya, garbanzos o lentejas.
Te damos un tip adicional: cuida la sal en las comidas. Para lograrlo puedes utilizar hierbas aromáticas o jugo de limón que potenciarán los sabores, ayudando a que uses una cantidad de sal menor o eliminarla por completo. También, si buscas una opción más saludable puedes optar por la sal marina que aporta magnesio ayudando a regular el metabolismo.
Procura hacer ejercicio:
Se recomienda ejercitar un promedio de 150 minutos semanales o 20 minutos diarios para potenciar el funcionamiento de los órganos y mejorar la calidad del sueño. No importa dónde ejercites, ya sea en un gimnasio, corriendo en áreas abiertas o en casa, lo fundamental es tener una rutina que te permita ser constante.
Ejercitando tonificas tu cuerpo, te da energía, reduces el estrés, mantienes saludable tu sistema digestivo y potencias tu sistema inmunológico a través del uso correcto del oxígeno mientras cumples cada parte de tu rutina diaria.
“Hacer ejercicio” no solo significa ir al gimnasio, puedes convertir esta actividad en una que te guste y esperes con ansias cada día. Algunas formas de ejercitar son: haciendo yoga, artes marciales, pilates, practicando el tipo de danza que más te guste o completar la rutina de tu entrenador o entrenadora de preferencia.
También, procura descansar lo suficiente, entre 6 y 8 horas diarias.Tu organismo aprovecha la hora de dormir para recargar energías y establecer un equilibrio entre las actividades del día y el descanso.
Cuida tu salud emocional:
Las personas que poseen una buena salud emocional se sienten bien con ellas mismas, por eso es importante prestarle suficiente atención. Alguien emocionalmente saludable tiene mayor control de sus comportamientos, sentimientos y pensamientos por lo que son más capaces de hacer frente a los problemas y mantener la calma.
Algunos consejos para mejorar tu salud emocional son:
- Expresa tus sentimientos: Si algo te molesta o te entristece, comunícalo. Verás que te sentirás mejor y aportará a solucionar problemas.
- Piensa antes de actuar: No te dejes llevar por el instinto y toma decisiones después de meditar o relajarte.
- Conecta con otras personas: Evita aislarte, mantener relaciones positivas con personas especiales es importante para levantar ánimos y motivarte. Recuerda, aunque no puedas verlas frente a frente en estos momentos siempre puedes organizar una llamada grupal o incluso hacer fiestas virtuales.
- Piensa en positivo: Concéntrate en lo bueno y perdónate tras cometer errores, con el tiempo te darás cuenta que le prestarás más atención a las soluciones que a los problemas y vivirás de forma más tranquila.
Llevar una vida saludable suena un poco lejano a la realidad, pero si de verdad te lo propones verás que requiere menos esfuerzo de lo que te imaginas. Empieza por realizar una lista con los aspectos que debes mejorar y trabaja poco a poco para cambiarlos. Cuando te des cuenta ¡verás que llevas una vida más tranquila, relajada y sana!
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