La soya: Mitos y verdades
Existe una variedad de fuentes de proteínas: los frijoles, lentejas, huevo, lácteos, carnes, nueces o ¡la soya! Si bien todas las opciones contienen componentes diferentes, puedes sentir la seguridad de que agregar soya a tu dieta será una excelente opción.
Ya sea para complementar o para sustituir la proteína animal en caso de que quieras incluir más proteína vegetal, la soya (que no contiene grasas trans, es sin colesterol y cae suave al estómago) te brindará los nutrientes que tu cuerpo necesita porque contiene todos los aminoácidos esenciales.
¿Conoces los mitos de la soya?
La soya contiene un componente llamado “isoflavonas” que es una sustancia similar al estrógeno, pero producida por plantas. Sabemos que existen varios mitos alrededor de este tema, por eso te compartimos algunas afirmaciones que hemos escuchado y te indicamos lo que dicen los expertos:
Mito 1: La soya incrementa la aparición de tumores en pacientes con cáncer de mama.
Realidad: Según el American Institute of Cancer Research y la American Cancer Society, los pacientes con cáncer de mama pueden consumir derivados de la soya debido a que no contienen la cantidad suficiente de isoflavonas como para aumentar el riesgo de tumores.
Mito 2: La soya provoca el desarrollo de características femeninas en los hombres.
Realidad: Cierto, la soya contiene isoflavonas, pero es una cantidad tan baja que no está ni cerca de ser capaz de alterar la concentración de testosterona en los hombres. Así que no, el consumo de la soya no provoca características femeninas en los hombres.
Mito 3: La soya no es una fuente de proteína.
Realidad: Por ser el único alimento derivado de plantas que contiene todos los aminoácidos esenciales, según el National Soybean Research Laboratory, la soya sí es fuente de proteína. Es la única proteína de fuente vegetal que se encuentra en el mismo rango que las proteínas de más alta calidad provenientes de los animales como el huevo, la leche o la carne.
Mito 4: La soya es dañina para los niños pequeños.
Realidad: Al contener todos los aminoácidos esenciales, es excelente para el crecimiento, desarrollo del metabolismo, huesos y funcionamiento de todos los órganos. Estudios muestran que consumir soya en la niñez no afecta en nada los procesos de crecimiento ni los niveles de estrógeno o testosterona.
Ahora que desmitificamos estos pensamientos te contaremos de los beneficios de esta excelente fuente de proteína vegetal:
Disminuye riesgos cardiovasculares: Mejora la función de los vasos sanguíneos previniendo que se generen coágulos.
Contiene antioxidantes que previenen enfermedades: Estas no solo abarcan los resfriados, también ayudan a prevenir el cáncer, la diabetes y enfermedades del corazón.
Ayuda al control de peso: La soya posee una fibra dietética que facilita la digestión y disminuye la concentración de triglicéridos.
Disminuye el colesterol malo: Sus propiedades aumentan la producción de bilis que ayuda a la eliminación del colesterol en el organismo.
Ayuda a prevenir o controlar la diabetes: Tiene efectos antihiperglucémicos que evitan el aumento del nivel de insulina en la sangre.
Reduce síntomas de menopausia: Sus componentes reducen los síntomas de fatiga, cambios de estado de ánimo, dolor de cabeza y sudor nocturno.
Previene la osteoporosis: Su consumo frecuente ayuda a reducir la pérdida de masa ósea.
La soya es rica en nutrientes y sus beneficios son aún más notorios cuando se come en vez de carne roja. Recuerda que es la única proteína vegetal similar a la proteína de origen animal porque contiene todos los aminoácidos indispensables y es ideal para complementar cualquier dieta. Y lo más importante, ¡no tienes que seguir una alimentación vegana o vegetariana, la soya y las demás fuentes de proteína vegetal son deliciosas y un buen complemento para cualquier dieta!
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