Conexión antes que corrección

Escrito por Gabriela Narváez de Ciao Mamma, conferencista y experta en Crianza Respetuosa.

Sabemos que uno de los grandes objetivos de una madre es dejarle a sus hijos aprendizajes que duren toda la vida y los hagan felices, pero como dice la trillada expresión, “los hijos no vienen con un manual bajo el brazo”. Por eso te contaremos cómo mantener una conexión con ellos para que se sientan tomados en cuenta.

El objetivo principal es lograr que se sientan seguros y aceptados; para esto necesitas aprender a corregir y enseñar en vez de regañar. De esta forma, estarán más abiertos a estas correcciones, sentirán más confianza y sabrán que pueden equivocarse sin miedo a ser reprimidos. 

Recuerda que tener una conexión con tus hijos no significa que todo será perfecto, esto forma parte de sus etapas de crecimiento y en ciertos momentos podrán existir choques. Pero, ¡no te desanimes! Estar conectados permite que estas transiciones sean más llevaderas y que ellos se sientan acompañados.

Te comparto unos tips sobre cómo conectar con tus hijos para mejorar los resultados cuando te toque corregirlos:

Tiempo especial

Pasa tiempo a solas con tu hija o hijo. Dedícale a cada uno un tiempo especial haciendo lo que les gusta. Este tiempo debe ser sagrado, anótalo en tu agenda y procura hacerlo al menos quincenal. ¡Recuerda apagar tu celular para evitar distracciones!

Escucha a tus hijos

Conversen, cuéntale tus cosas y espera a que ellos te cuenten las suyas. Procura no forzarlo, con el tiempo y con mucha paciencia se irá abriendo a tí. Escúchalo sin juzgar sus sentimientos y evita cualquier distracción ¡cero celulares!

Aprovecha para compartir tus sentimientos siempre y cuando sean apropiados; no cometas el error de contarle cosas o sentimientos que no pueda manejar. Recuerda, cuando nos sentimos escuchados estamos más abiertos a escuchar a los otros.

Valida sus emociones

Los seres humanos somos emocionales y la única forma de poder gestionar lo que sentimos es reconociéndolo. Por eso no le juzgues ni le limites, déjale saber que está bien sentirse de esa manera. 

Si de niños o adolescentes no nos enseñan a manejar nuestras emociones, de adultos no podremos saber cómo lidiar con ellas. Todos experimentamos un sin fin de emociones y es importante enseñarle a tus hijos que ellas son parte de nuestra vida. Todos debemos aprender a reconocerlas, aceptarlas y gestionarlas y tú como adulto debes tener empatía con tus hijos menores cuando ellos no sepan qué hacer con sus emociones y en vez de reprimirlas, crear una conexión con ellos con empatía.

Enfócate en las soluciones

Al encontrar problemas, ayúdale a tu hijo a buscar soluciones en vez de señalar al culpable. La lección más importante que le puedes brindar es enseñarle cómo no volver a cometer el mismo error y la forma de solucionarlo.

¡No te frustres! Durante esta etapa de aprendizaje es posible que vuelvan a cometer el mismo error pero, la próxima vez sabrán solucionarlo.

Abraza a tus hijos

Un abrazo tiene un poder increíble porque siempre, sin importar la circunstancia, nos hace sentir mejor, nos transmite paz y amor. Cuando estés conectada con tus hijos verás que estarán más abiertos a una corrección respetuosa, sentirán que son parte importante de la familia. 

Poco a poco notarás que los malos comportamientos disminuirán o desaparecerán por completo. Tras sentir la conexión ya no verán la necesidad de luchar por encajar, sino que sentirán que pertenecen y son aceptados.

Recuerda que tus hijos quieren sentirse amados, ser tomados en cuenta, ser vistos, escuchados y lo más importante, sentir que forman parte de la familia. Cuando creen la conexión verás que su comportamiento cambiará, recuerda que corregir no es lastimar sino un proceso de enseñanza. 

¡La enseñanza que mejor se aprende es la que se recibe con amor!

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